jueves, 24 de enero de 2013

M.R. JAMES



A ver, a estas alturas creo que no sorprenderé a nadie diciendo que "LA MUJER QUE HABLABA CON LOS MUERTOS" será una película de fantasmas... Y a la hora de montar la estructura de la historia, a partir de la cual Mario Parra ha bordado el guión, tuve muy presente el trabajo de M.R. JAMES, el verdadero inventor del cuento de fantasmas moderno (pero algo así como si M.R. James se hubiera metido un par de ácidos... eso sí).

Para entender a lo qué me refiero, dejemos que sea el gran H.P. Lovecraft quien nos describa la obra de James:

Dotado con un poder casi diabólico para invocar sutilmente el horror en medio de la vida cotidiana y prosaica, tenemos al erudito Montague Rhodes James, rector de Eton, anticuario de fama y reconocida autoridad en manuscritos medievales e historia catedralicia. El doctor James, muy aficionado a contar cuentos espectrales en Navidad, se ha convertido gradualmente en un autor de literatura fantástica de primer orden; y ha desarrollado un estilo y método distintivo que probablemente sirva de modelo a toda una larga serie de discípulos.
El arte del doctor James no es ni mucho menos casual, y en el prefacio a una de sus colecciones de cuentos ha formulado tres preceptos muy razonables para la composición de relatos macabros. Un cuento de fantasmas, nos dice, debe transcurrir en un marco familiar y contemporáneo que lo acerque a la esfera de experiencias del lector. Además, los fenómenos espectrales deben ser malignos más que benignos; dado que el miedo es la principal emoción a suscitar. Y por último, debe evitarse cuidadosamente la jerga, del "ocultismo" o seudo ciencia, para no sofocar la ilusión de verosimilitud en una pedantería poco convincente.
El doctor James, aplicando lo que preconiza, aborda sus temas de un modo ligero y a menudo locuaz. Una vez creada la ilusión de eventos cotidianos, introduce sus fenómenos inquietantes con cautela y gradualmente; aliviando a cada momento la tensión con pinceladas de prosaico costumbrismo y, de vez en cuando, un toque o dos de erudición anticuaria. Consciente de la íntima relación entre lo fantástico moderno y el peso de las tradiciones, James provee a menudo de remotos antecedentes históricos a sus incidentes; para así poder utilizar acertadamente su exhaustivo conocimiento del pasado, y su dominio del lenguaje arcaico. Un escenario favorito para un cuento de James es alguna catedral antigua, que el autor puede describir con toda la minuciosidad de un especialista en esa materia. En sus narraciones abundan las viñetas de humor malicioso, los cuadros de costumbres y las caracterizaciones realistas, que en sus manos realzan el efecto general más que debilitarlo, tal como ocurriría con un artesano menos hábil. Al inventar un nuevo tipo de fantasmas, James se aleja considerablemente de la convencional tradición gótica; los viejos fantasmas eran pálidos, majestuosos y muy visibles, mientras que un típico espectro de James es magro, encogido y peludo -una reptante e infernal abominación nocturna a mitad de camino entre la bestia y el hombre- a quien por lo usual se lo toca antes de verlo.
Algunas veces el fantasma es de una composición aún más excéntrica; un rollo de franela, con ojos de araña, o una entidad invisible que se moldea en unas sábanas y muestra un rostro de tela arrugada. Es evidente que el doctor James tiene un conocimiento inteligente y científico de los nervios y sentimientos humanos; y sabe cómo distribuir afirmaciones, imaginería y sutil sugestión para asegurarse los mejores resultados con sus lectores. Es un artista en la composición de incidentes más que en la creación de atmósfera, y ataca las emociones en forma intelectual y no directamente. Este método, con sus ocasionales ausencias de clímax, tiene, por supuesto, sus inconvenientes lo mismo que sus ventajas; y muchos lectores añorarán la tensión opresiva que escritores como Arthur Machen se preocupan en construir cuidadosamente con palabras e imágenes. Pero sólo un pequeño grupo de relatos pecan de insubstancialidad. En general, la revelación lacónica y experta de eventos siniestros es muy eficaz para producir el efecto deseado de avance inexorable del horror.

La verdad es que hemos respetado bastante al sr James (incluso hemos escrito el guión en Navidad, como él hacía)... menos en lo de la falta de clímax: nuestra historia tiene un tercer acto incréiblemente intenso y brutal.

Los cuentos de fantasmas de M.R. James han sido editados al completo por la editorial Valdemar.

viernes, 18 de enero de 2013

OJAZOS

Cuando hice "Mí", tenía que dirigir a dos actores, pero la prioridad era hacer visualmente interesante una historia que sucedía en un solo espacio. En "Buenas noches, dijo la Srta Pájaro", me enfrenté a la tarea de tener que trabajar con más de media docena de actores,cada uno con su forma de enfocar los personajes, pero no tuve que luchar contra la tiranía del decorado único, lo que hizo el trabajo visual mucho más cómodo. Como director, "LA MUJER QUE HABLABA CON LOS MUERTOS" supone el mayor desafío al que me he enfrentado nunca: tendré que dirigir a 7 u 8 actores en plano a la vez, en una película que se desarrolla en un solo apartamento... lo mejor de los dos mundos.

No es que el aspecto visual de la película no me preocupe, pero lo de poner la cámara aquí o allá y que se me ocurran algunas macarradas para hacer interesante lo que sale en pantalla es algo que controlo bastante bien después de tres largometrajes (ejem... viva la modestia). Pero la dirección de actores me sigue dando mucho, mucho miedo. Para asegurarme que mis muy limitadas dotes en ese campo luzcan un poquito, estoy poniendo muchísimo cuidado a la hora de escoger... y es que ya lo decía John Huston: "la mitad del trabajo del director está hecho si escoges bien a tus actores".

Necesito sentirme muuuuy cómodo con las personas con las que voy a trabajar, y puedo decir que la gran mayoría de los magníficos actores con los que voy a rodar esta película son mis amigos (y los que aún no lo son, espero que lo sean al final del rodaje). Pero también me he dado cuenta de una cosa: he escogido a los actores, además de por la afinidad personal y tremendo talento, por SUS OJOS. Cualquiera que haya visto un trabajo mío sabrá lo muchísimo que me gustan los primeros planos. Mi opinión es que lo que hace diferente al cine del teatro es la capacidad de mostrar los ojos de los personajes de cerca y que así el espectador pueda percibir lo que están pensando. Puedo decir sin sonrojarme que el reparto de "LA MUJER QUE HABLABA DE LOS MUERTOS" es uno de los grupos de ojos y miradas  más impresionantes que he visto.

Si no me creéis, mirad y juzgad por vosotros mismos:

Ruxandra Oancea es ELENA


Alba Messa es ÚRSULA


Rafa Casette es CARLOS


Cova de Alfonso es SANDRA


Lone Fleming es BLANCA


Maya Reyes es LUPE


Chema Coloma es JAIME


Nüll García es ESTHER


Gonzalo Navas es EL PADRE


Cristina Soria es LA MADRE 


Raúl del Álamo es SONRISAS


Bueno, pues esto ha sido un piropo bastante largo... ¿no?

domingo, 13 de enero de 2013

LA FAMILIA

Voy a reciclar/adaptar lo que escribí hace años sobre lo importante que es la familia en mis películas (lo escribí sobre "Buenas noches, dijo la Señorita Pájaro", pero es totalmente válido para "La mujer que hablaba con los muertos"):

Como decían los míticos "Siniestro Total": La familia es la célula de la sociedad moderna, aunque sea cancerígena desde la Edad de Piedra.

Y es que me he dado cuenta de que todas mis películas, en cierta manera, se inscriben dentro de un marco familiar. Relaciones paterno filiales, entre hermanos o maritales son un magnífico caldo de cultivo para situaciones terroríficas. 
Es curioso: puedes pasar muchísimos años conviviendo con tus padres o hermanos y, de pronto, un día te das cuenta de que a penas los conoces... y que ellos a penas te conocen a ti. Porque en la vida puedes escoger (en mayor o menor medida) a las personas con las que vas a pasar tu tiempo: amigos e, incluso, compañeros de trabajo... Pero la familia es OBLIGATORIA.

El choque, casi siempre, es inevitable.

Y es que la familia es una cosa extraña: cuando naces, te encuentras rodeado por un grupo de personas totalmente desconocidas y te obligan a convivir con ellos. Hay muchas posibilidades de que esa gente no te caiga bien.

En estas circunstancias de conflicto constante y desconfianza, si añades algún elemento externo (peligroso y/o sobrenatural, como un asesino en serie, zombies, monstruos o fantasmas), el terror puede crecer como un tumor con ganas de metastizarse. La famila puede ser el origen o el objetivo de las fuerzas del mal, pero el ambiente familiar hará que las situaciones extremas nos resulten más cercanas... Porque, de un modo u otro, todos tenemos familia. 



CERRANDO EL CÍRCULO (UNA PEQUEÑA INTRODUCCIÓN)

Después de que mi último largometraje, "Buenas noches, dijo la Srta Pájaro", se haya estrenado y pasado con aceptable éxito por varios festivales (incluso ganando premios), ha llegado el momento de lanzarse a hacer una nueva peli.

Mi primer impulso fue tratar de levantar un proyecto monumental, realmente complicado: se titulaba "El Otro Lado" y era un homenaje a Lucio Fulci, co-escrito por Juanjo Ramírez Mascaró. Oscura, pasada de rosca, brutal, sexy y muy poética. Realmente era la película que queríamos hacer... pero resultaba irrealizable en este momento. Así que hemos optado por dejarlo reposar, hasta que la situación económica sea un poquito más propicia.



Mientras tanto, vamos a rodar una historia más sencillita, pero no por eso menos interesante: "LA MUJER QUE HABLABA CON LOS MUERTOS"... Y desde este blog os iré manteniendo informados de todos los avances que vaya habiendo.