viernes, 3 de enero de 2014

RAFA CASETTE ES CARLOS


RAFA CASETTE NOS CUENTA SUS EXPERIENCIAS 
EN LA MUJER QUE HABLABA CON LOS MUERTOS

¿Cómo llega a tus manos el proyecto de La Mujer que Hablaba con los Muertos?
Tiene un poco de historia. César del Álamo y yo nos conocíamos a través de las redes sociales por varios amigos comunes, y contactó conmigo en octubre de 2012 para ofrecerme otro proyecto muy ambicioso, la película THE OTHER SIDE. Imagino que vió en mis trabajos anteriores la versatilidad y el histrionismo necesarios para incorporarme en su proyecto (mi personaje debía aparecer en versión joven y anciana). Por motivos circunstanciales ese proyecto quedó aparcado, pero creo que entre César y yo se estableció un buen feeling en las reuniones previas al proyecto anterior, y cuando decidió rodar LA MUJER... volvió a contar conmigo enviándome una copia del primer guión, a ver si me gustaba el personaje de Carlos. Y obviamente, me gustó.
¿Cuál es tu personaje en la película? Háblanos un poquito de él/ella (sin spoilers, please).
Mi personaje es Carlos. Es uno de los asistentes a la que va a ser la última sesión de espiritismo de Elena Castaño antes de dejar definitivamente sus reuniones. Tiene un sentido del humor algo ácido, y como todos los demás, esconde más de lo que parece... qué es en realidad y por qué está allí.
¿Qué te atrajo del personaje y cómo lo preparaste?
Sobre todo sus diálogos. Creo que Mario Parra se puso las botas con Carlos, con frases que en más de un momento actúan como contrapunto cómico en momentos complicados (algunas de ellas eran nuestros gritos de batalla antes de comenzar a rodar!). Además, sus motivaciones, que en la segunda versión del guión quedaron mucho mejor definidas, me obligaban a trabajar toda una serie de estados: cinismo, escepticismo, socarronería, incredulidad, sorpresa... Prepararlo fue cosa de dos pasos: memorizar el texto, y después creérmelo.
¿Cómo fue el rodaje de la película? Cuéntanos alguna anécdota, el momento más divertido, el más terrible, insulta al director... lo que quieras.
El rodaje fue muy especial, sobre todo porque llegamos a sentirnos como una familia, por mucho que suene a tópico, y eso facilitó mucho el trabajo a la hora de tener que interpretar emociones extremas. El rodaje fue durante agosto, y en "La Casa" (un chalet en una urbanización de Las Rozas) hacía un calor sofocante, que con los focos y las ventanas cerradas se incrementaba hasta límites sofocantes. Mientras no rodábamos teníamos el aire acondicionao echando bombas, y era cortarlo para grabar, y subir la temperatura varios grados en cuestión de segundos. Momentos divertidos los hubo a montones: nuestras invocaciones a San Racord debido a los saltos de guión en los distintos días de rodaje, Chema Coloma y su interpretación viral del video "They're taking the hobbits to Isengard", Lone y sus frases, los viajes al bote de Nocilla, los descomunales caterings, las risas con la interminable "Escena 61", la llegada de los policias, o aquella en la que puse tánto énfasis en mi epiléptica interpretación que me caí de espaldas y no me cargué dos focos y media casa de milagro. Momentos tremendos también hubo como el susodicho calor, las veces que una cámara se recalentaba y se bloqueaba teniendo que prescindir de ella (y menos mal que rodábamos con tres), o un amago de crisis debido a que uno de los propietarios de la casa venía de repente y eso podía significar la terrorífica situación de quedarnos sin set a mitad de la película.
¿Qué le dirías a la gente para animarlos a ver la película?
Que no se la pierdan!!! , que va a ser una de las películas imprescindibles de 2014, y que tanto si les gustan las películas de miedo como las de comedia van a pasar un buen rato.

CARLOS (con Sandra al fondo)

EL DIRECTOR OPINA

A veces pienso que tener a Rafa Casette delante es como tenerme a mí mismo (siendo buen actor y un magnífico cantante). Cuando contacté con él para The Other Side no lo sabía, pero cuando lo conocí en persona era evidente: mismos gustos cinematográficos y un placer por charlar de cualquier cosa casi imparable (para disgusto de los que nos rodean, ya que si Rafa y yo nos ponemos a recordar películas de serie B de los ochenta, se acabó la fiesta).

Esto es algo que tuve muy en cuenta a la hora de proponerle su personaje en La Mujer, ya que Carlos viene siendo como yo mismo (y Mario): se trata de un cínico que quiere creer. En muchos aspectos es el espejo en el que se puede mirar cualquier espectador según vea la película. Rafa lo clavó.

Trabajar con Rafa es taaaaaaaaaaan cómodo: está tan fogueado en rodajes de bajo presupuesto, llenos de prisa y locura, que se adapta a las necesidades a toda velocidad con una profesionalidad pasmosa. A mí me ayudó mucho esa capacidad en algunos momentos en los que veía que no conseguíamos cumplir el plan, debido a esas jornadas que perdían horas cada dos por tres, y se lo agradeceré siempre. Incluso le perdono que me diera tanto la tabarra con el racord ;) 

Eres grande, Rafa... ¡Me cago en mi vida!

Alter ego

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